6 de Marzo de 2004
PROGRESO.— Son las dos de la madrugada, el ruido de las embarcaciones que entran por la “bocana” y navegan por la dársena rompen con la quietud nocturna, decenas de trabajadores del mar levantan tapas, amarran cabos en las pocas bitas que quedan en los muelles de Yucalpetén.

Luego de mes y medio, el puerto de altura y cabotaje de Yucalpetén recobra vida con el arribo de las primeras 50 embarcaciones de la flota mayor que llegan procedentes de su primer viaje después de la veda del mero.

El medio centenar de barcos trajo volúmenes de 2,000 a 2,500 kilos de especies de escama, que en conjunto suman más de cien toneladas, que se destinan para el consumo nacional y para el mercado de Estados Unidos.

Con el arribo de la “barcada”, comentaría más tarde el empresario Hugo Pech Chacón, también comenzó a bajar el precio del mero, que de $62, ayer amaneció a $58 y es probable que siga bajando conforme arriben más barcos.

La flota pesquera zarpó para la captura de mero entre el 16 y 17 de febrero pasado, y este es su primer viaje luego que concluyó la veda de esa especie. Las embarcaciones comenzaron a arribar anteanoche poco después de la medianoche, y entre la una y dos de la madrugada de ayer ya estaban en los muelles dueños de los barcos, pacotilleros y pescadores.

En plena madrugada, comenzó la descarga de los barcos, actividad que se prolongó hasta el mediodía: camiones iban y venían con el cargamento de especies marinas que se llevaban a las congeladoras.

Por lo menos medio millar de pescadores estuvo en los muelles, atento a la descarga de las embarcaciones, así como comerciantes de pescado que compraban la “pacotilla” de los hombres de mar.

En las congeladoras también se reanudó la actividad para el procesamiento de las especies marinas, que se enviarán al mercado nacional y a Miami, Florida, para su distribución en EE.UU.

La actividad en los muelles de Yucalpetén se intensificará este fin de semana, con el arribo de más barcos. Se espera que hoy y mañana lleguen unos 100 pesqueros, que en promedio traerán unas 200 toneladas de mero.

Por otro lado, en contraste con la pesca que obtienen los barcos de la flota mayor que trabajan en alta mar, los ribereños están inactivos, porque por las fuertes suradas, con velocidades de hasta 50 kilómetros por hora, no pueden salir a pescar, ya que se exponen a un naufragio. Los ribereños llevan más de una semana inactivos a causa del mal tiempo ocasionado por los suestazos, que son tan fuertes como los nortes.— José Gabino Tzec Valle.