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Una potente erupción volcánica hundió, hace 12,000 años, una isla entre Yucatán y Cuba, donde floreció una civilización prehistórica anterior a los mayas, según intentarán demostrar este mes investigadores de varios países.

Los científicos, encabezados por la ingeniera canadiense Paulina Zelitsky descubrieron vestigios de esta isla desde el año 2000, a nueve kilómetros del Cabo San Antonio, en Cuba, en aguas internacionales y a 18 horas de Yucatán en barco.
Lla investigadora Zelitsky y su equipo encontraron los restos de una ciudad bajo el mar, con grandes edificios, avenidas y muelles hechos de granito.

Como Dzibichaltún, Yucatán, México

La falta de suficientes evidencias y la escasa visibilidad en el fondo marino no permitieron a los científicos en ese entonces configurar una teoría sobre el hundimiento de una ciudad.

Cuatro años después, ese mismo equipo de científicos prepara una nueva expedición a la zona del hallazgo, desde el puerto de altura de Progreso, para probar la teoría del hundimiento, que podría revolucionar la arqueología moderna.

—Nuestros hallazgos en el mar pertenecen a una ciudad muy parecida a Dzibichaltún, en Yucatán —dice Paulina Zelitzky, entrevistada en el comedor del barco expedicionario, poco antes de zarpar de Progreso, Yucatán, México.

La investigadora y su equipo de colaboradores estuvieron en Progreso, Yucatán, México del viernes 1 al jueves 7 de octubre para avituallar el barco de investigaciones científicas “Akademik Golitsyn”, que los llevará a la zona del descubrimiento.



Volcanes

El hundimiento de esa isla ocurrió por la erupción de un volcán. Según los científicos, hace 15,000 años Yucatán y Cuba estaban unidos por un corredor de tierra a través del cual pasaba una cordillera. Paulina Zelitsky y sus colaboradores descubrieron que esta misma cordillera existe ahora, pero bajo el mar.

—Nadie le da importancia a los volcanes submarinos, no obstante que son más peligrosos que los volcanes de tierra —afirma la científica canadiense.

—La investigación demostrará que en el pasado la actividad volcánica entre Yucatán y Cuba fue catastrófica y que podría repetirse —añade.

Los estudios comprobarán también el carácter mucho más antiguo de los mayas y el presunto origen de ésa y otra culturas, como la olmeca, entre habitantes de esa isla hundida.



La Atlántida

Los primeros en llegar a la costa del Golfo de México fueron los olmecas, que luego fundaron La Venta, en Tabasco. Según la tradición oral de esa cultura, sus antecesores identificaron su origen en una isla que desapareció, llamada “A tlan ti cú".

Las huellas de esta isla, “que descubrimos por pura casualidad”, podrían develarse en las próximas semanas, cuando concluya la segunda expedición de la ingeniera Zelitsky.



Hallazgo fortuito

En el año 2000 ella y un equipo canadiense encabezaron una expedición para buscar petróleo en las aguas profundas del Golfo de México.

Cuando rastreaban el fondo marino los científicos encontraron una imagen inusitada: grandes construcciones de piedra, perfectamente alineadas bajo el agua, sobre una extensión de varios miles de metros cuadrados.

Estas construcciones parecían estructuras pulidas, formadas por piedras no calizas, muy grandes, alineadas en forma simétrica, juntas y muy bien organizadas, como si estuviesen ordenadas urbanísticamente y asentadas sobre un sedimento de cristal volcánico, muy fino, como arena.

Los científicos vieron, a un lado de esas construcciones, algo similar a calles, avenidas, bahías y estructuras parecidas a muelles de algún puerto. Entendieron que el material de las construcciones y el cristal volcánico del piso no se pudieron formar en el fondo del mar sino en la superficie, en contacto con el oxígeno, recuerda ahora Paulina Zelitzky

Algo extraño

— Lo primero que pensamos al ver esas imágenes fue que habíamos topado con algo extraño, pero no sabíamos qué era.

—Pero como la curiosidad mata a las mujeres, nunca dejé de pensar en el hallazgo y de buscar otra explicación. Seis meses después, mientras revisaba en mis oficinas nuestras fotografías del fondo del mar, alcé la cabeza y al pasar la vista sobre un calendario con fotografías de algunas ruinas mayas, de pronto, caí en la cuenta: algunas de ellas son idénticas a las que habíamos descubierto en el fondo del mar y, por lo tanto, probablemente eso eran vestigios de una estructura prehistórica.



Cataclismo

— Yo veo un gran parecido entre nuestros hallazgos en el fondo del mar y la estructura y características de algunos monumentos de la zona arqueológica de Dzibichaltún —asegura la científica.

—Nuestro geólogo, el doctor Manuel Iturralde, autoridad reconocida internacionalmente en este campo, sugirió que las estructuras descubiertas podían pertenecer a lo que fue una isla ubicada entre Cuba y Yucatán, hundida hace 10,000 ó 12,000 años a causa de un cataclismo sísmico.

Una prueba de que ocurrió el hundimiento de una superficie entera son las piedras extraídas del océano con concentraciones de animales fosilizados, específicamente de escaramujos, un crustáceo que únicamente vive a dos metros de profundidad. ¿Cómo explicar su presencia a 900 metros de profundidad? —No quiero ser adivina —dice la investigadora—, sino reunir las suficientes evidencias científicas para confirmar nuestra teoría de que allí, cerca de Cuba, hay una isla hundida, con restos de una civilización prehistórica.— Hernán Casares Cámara